La asociación Alcaravanes-Ecologistas en Acción de Osuna plantea la incompatibilidad del proyecto municipal de puesta en regadío de los terrenos que rodean la Reserva Natural de la laguna de Calderón Chica en una finca militar cedida al ayuntamiento de Osuna.

En el inicial proyecto de “Las Turquillas” muchos veíamos una oportunidad de desarrollar una agricultura alternativa, más social, sostenible, totalmente respetuosa con el medioambiente y concretamente con los valores y circunstancias que rodean a esta finca y a esta zona. Una agricultura claramente diferenciada de la actual agricultura convencional, que como todos estamos viendo, cada día está más en crisis. Pues cada día los agricultores son más dependientes de las multinacionales, ya sea por semillas, los productos químicos o las comercializadoras y distribuidoras en grandes superficies.

Dicho esto, y centrándonos en el actual proyecto de Las Turquillas, nos sentimos en la necesidad, como asociación ecologista, de manifestar: Que respetamos a los políticos y entendemos que no son técnicos y que no pueden saber de todo, igualmente respetamos a los técnicos, pero todos sabemos que al final no son los que deciden. Sin darle más vueltas al asunto, tenemos que decir con claridad que tenemos fundadas y serias dudas de la viabilidad del proyecto que se está acometiendo en la pequeña cantidad de tierra que se ha conseguido.

En 200 hectáreas (más de la mitad humedales o inundables, como podemos comprobar este mismo año) es materialmente imposible desarrollar un proyecto de agricultura agro-ecológica y un proyecto medioambiental o eco-turístico sin que afecte gravemente al ecosistema existente.

Estamos viendo todos los días con preocupación el trasiego de maquinaria pesada, vehículos, materiales y personas para la construcción de caminos e instalación de redes eléctricas, de riego, etc…

La finalidad de un proyecto ambiental, es sobre todo conservar, luego mostrarlo y si como consecuencia de lo primero resulta rentable económicamente pues mejor, pero no al revés y forzando incluso las leyes que protegen estos espacios sensibles. En este punto nos preguntamos:

¿Cómo es posible conservar esas lagunas perforando un pozo a escasos metros de las mismas con el objeto de regar los cultivos intensivos?,

¿Cómo se garantizan las distancias y tranquilidad imprescindible para que sigan reproduciéndose especies en peligro de extinción si a escasos metros estamos cultivando espárragos, papas o alcachofas?

Estas 200 hectáreas son ideales para potenciar un proyecto medioambiental, turístico y ornitológico, pero repetimos, en tan escaso espacio nos tememos lo peor para ambos.

Es por ello que entendemos y compartimos en gran medida, las explicaciones que están demandando Ecologistas en Acción de Sevilla, que incluso proponen una alternativa viable y que generaría tantos o más puestos de trabajo.

Desde la modestia de esta asociación, añadimos que se hace totalmente imprescindible retomar con fuerza, organización y participación de todas las fuerzas vivas de nuestro pueblo la reivindicación del resto de la finca (cortijo incluido) para poder desarrollar ese proyecto integral del que hablábamos al principio.

Por último, esta asociación no quiere quedarse sólo en nuestro derecho a la crítica, sino que solicita a la corporación municipal nuestro derecho a ser informados y consultados en los asuntos que nos afectan como es este.