Las asociaciones Ambiente Europeo, Jardines del Mundo, Ecologistas en Acción y Murcia Huerta Viva han realizado este sábado una limpieza de un tramo del río Segura en el azud de la Contraparada. Este es ya el cuarto año que estas asociaciones organizan una limpieza en el río o en las acequias de la huerta de Murcia con la finalidad de concienciar sobre el daño ambiental y paisajístico que producen las basuras, a lo que hay que añadir que al estar junto a cauces de agua y tratarse en su mayoría de residuos no biodegradables, muchos viajan hasta el mar generando un grave problema de contaminación a nivel planetario.

Además de la limpieza, el proyecto Ocean Conservancy recoge los datos de cientos de asociaciones por todo el mundo para hacer un estudio del tipo de basuras que contaminan los cauces y mares del planeta, por lo que se han repartido unas fichas donde anotar la cantidad y los diferentes residuos encontrados. Estos datos se publican todos los años a nivel mundial.

En la actividad han participado una treintena de personas voluntarias, de todas las edades, que en poco más de una hora y en tan sólo un perímetro de unos 300 m2 han llenado unos quince grandes sacos con botellas de plástico y vidrio, bolsas, latas de refrescos, envases de tetra-brik, papeles de aluminio, bolsas de patatas fritas, vasos de plástico, trapos y restos de materiales de construcción. Hay que mencionar que estos restos tienen una gran durabilidad, por ejemplo, una lata de refrescos tarda unos 10 años en ser transformada por la naturaleza en óxido de hierro, un embase de tretra-brik unos 30 años, las bolsas, botellas y envases de plástico tardan en desaparecer más de 100 años, pero terminan divididas en pequeñas partículas indestructibles, una pila puede tardar más de 1000 años, y una botella de vidrio puede durar hasta 4000 años. A todo esto hay que añadir que muchos de estos residuos a lo largo de su vida van desprendiendo lentamente sus componentes contaminando la tierra y el agua, siendo gran parte de ellos muy peligrosos para la salud, como el mercurio, el arsénico, el plomo o el cadmio.

El azud de la Contraparada está declarado bien de interés cultural por ser un lugar fundamental en la historia de Murcia, ya que de aquí nacen las dos acequias mayores de la red de regadío tradicional que han dado vida a la huerta de Murcia. A pesar de su importancia histórica, cultural y ambiental, las asociaciones denuncian la falta de buena conservación de este lugar emblemático, donde faltan contenedores de basura para reciclaje y unas papeleras de mayor tamaño y mejor diseño a fin de evitar que el viento disperse la basura. También creen que es necesario la contratación de vigilancia los fines de semana y días festivos para evitar en todo lo posible que la zona quede llena de basura y termine por llegar al río, degradando este lugar histórico y el medio ambiente.