Recientemente, la federación Ben Magec-Ecologistas en Acción se ha puesto en contacto con el Cabildo de Lanzarote, a través de una carta, para advertir del peligro que corre la biodiversidad de la isla ante la presencia del rabo de gato en distintos lugares de la misma y la necesidad de tomar medidas para eliminar esta especie invasora, ahora que es posible, ya que su actual rango geográfico es limitado.

Desde la federación ecologista destacan que “esta especie invasora es una de las principales amenazas para los ecosistemas naturales, así como para algunas actividades humanas”, y afirman que “esta plaga puede afectar directamente a la calidad de vida de las personas y su salud, además de causar cuantiosos daños económicos a la agricultura y otras actividades desarrolladas en el medio ambiente”.

En el escrito remitido al presidente de la institución insular se explica cómo, en islas como Gran Canaria, Tenerife o La Palma, la erradicación de rabo de gato es imposible, produciendo numerosos problemas entre los que se encuentran la dificultad en la regeneración de especies endémicas o nativas, la dificultad de mantenimiento de los bordes de carreteras, o los profundos cambios de paisaje que se produce tras su expansión.

Ben Magec-Ecologistas en Acción destaca en la carta que en estos momentos en la isla de Lanzarote, “la especie invasora está produciendo impactos limitados y en ocasiones inapreciables, ya que se encuentra en un pequeño rango geográfico y mayoritariamente en bordes de carretera”, por lo que indican que “éste es el momento para proceder a su control antes de que los múltiples problemas que produce esta plaga sean irreversibles, pudiendo llegar a afectar a lugares emblemáticos como el Parque Nacional de Timanfaya o los viñedos de La Geria”.

Estos colectivos muestran una doble preocupación ya que en julio de 2014, la Asociación Abeque, envió una carta al Consejero Insular del área de agricultura y medio ambiente, similar a la remitida el pasado 14 de marzo, “sin que hasta el momento se haya adoptado ninguna medida para solucionar este importante problema”, aseguran desde la Federación.

La desidia imperante sobre este tema en la isla de los volcanes, es aún más difícil de entender si se tiene en cuenta que los trabajos sobre el rabo de gato se podrían abordar perfectamente con el propio personal y recursos de la corporación insular, sin la necesidad de invertir un solo euro más sobre el presupuesto del Cabildo. Cuando esta planta haya expandido su rango geográfico en la isla y comience a causar un amplio abanico de problemas, probablemente será necesario mantener una importante inversión económica de forma indefinida para paliar sus impactos y para tratar de mantenerla a raya, según señalan desde la Federación.

El escrito también ha sido enviado a la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, al Director del Parque Nacional de Timanfaya, a la Fundación César Manrique, así como a todos los grupos políticos con representación en el Cabildo con el objetivo de, señalan desde el colectivo, “que se dé a este problema ambiental la importancia y prioridad necesarias antes que la erradicación de rabo de gato en la isla se convierta en una acción imposible, y lograr así que Lanzarote sea una de las pocas islas de este archipiélago sin esta plaga”. A su vez, Ben Magec–Ecologistas en Acción, se pone a disposición del Cabildo para cualquier aclaración que se necesite respecto a este tema.

El rabo de gato una de las principales amenazas para los hábitat de Canarias

La presencia de especies exóticas invasoras es uno de los principales factores de amenaza y la segunda causa de pérdida de hábitat a nivel mundial. Las plantas exóticas invasoras son aquéllas que, no siendo autóctonas de un territorio, han sido introducidas por el hombre de manera accidental o voluntaria y se han naturalizado de manera efectiva, de modo que sus poblaciones se reproducen y mantienen por sus propios medios, además de ser capaces de propagarse a cortas y largas distancias. Una de estas plantas es el Pennisetum setaceum, conocida como rabo de gato, originaria del este de África que, habiendo sido introducida como ornamental, se ha convertido en una auténtica plaga vegetal en Canarias. Algunas de las características de esta planta son:

  • Alta capacidad reproductora, tanto sexual como asexual, lo que la convierte en una especie altamente invasora que desplaza a la vegetación autóctona (cada planta puede llegar a producir hasta 10.000 semillas).
  • Facilidad de dispersión de las semillas.
  • La planta madura a los 3 meses por lo que a esa temprana edad comienza a producir semillas.
  • El banco de semillas tiene una durabilidad de 7 años.

El rabo de gato, a causa de su peligrosidad, se encuentra incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras (Real Decreto 1628/2011, de 14 de noviembre, por el que se regula el listado y catálogo español de especies exóticas invasoras), y cuenta además con unas directrices para su correcto manejo y evitar su dispersión (Orden de 13 de junio de 2014, por la que se aprueban las Directrices técnicas para el manejo, control y eliminación del rabo de gato (Pennisetum setaceum) (BOC num. 120, martes 24 de junio de 2014)).