Ecologistas en Acción, que ha recurrido el archivo de las diligencias por el oso encontrado muerto en Cordovilla, ha solicitado en ese recurso una analítica toxicológica completa, único método para saber si el oso fue envenenado.

Esta asociación se sorprende como, en noticias recientes, llega a haber confirmaciones de que el oso no fue envenenado, cuando las unidades caninas solicitadas por la Junta lo que confirman es la presencia o no de sustancias tóxicas en los alrededores en un tiempo determinado, en ningún caso si el oso fue envenenado, mezcla de conceptos clara de una tergiversación.

Habría que recordar las actuaciones del Servicio Territorial de Medio Ambiente en el historial de osos envenenados en esta provincia, todas ellas defectuosas, con escasa colaboración y sembrando dudas de las muertes, cuando no entorpeciendo el proceso de análisis toxicológico, por lo que no entendemos como el Juzgado insiste en mantenerse al margen de esta vigilancia y custodia de análisis tóxicos.

Recordamos además que en el Acta levantado por los Agentes Medioambientales y en el informe preliminar del Centro de Recuperación de Burgos, además de haber encontrado también un ejemplar de Ratonero de la misma fecha, se cita la posibilidad de envenenamiento, aunque se indica el escaso tejido blando que ha podido extraerse para el análisis toxicológico, algo que podrá ser definitivo en la confirmación o no del envenenamiento.

No hay que olvidar dos datos más: ningún oso de los encontrados en Palencia había muerto de lo que inicialmente dijo ni como dijo en su primera valoración el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Palencia y, además, un envenenamiento importante en Cantabria coincide en fechas y cercanía con el oso muerto en Cordovilla. Aunque esto, al ser Cantabria, ya es otra historia en este país de las Comunidades Autónomas que tanto «beneficia» a nuestra fauna.