La Depuradora de Aguas Residuales de Garray es una de las mejores y más caras de toda la provincia. A pesar de ello, esta Depuradora tiene unos antecedentes de vertidos al Duero que fueron constatados en 2014 por la propia Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) que ya entonces elaboró un expediente que terminó sin sanción, pero con una dura advertencia al Ayuntamiento.

PDF - 238.1 KB
Resolución de expediente sancionador de C.H. del Duero

En 2015 los vertidos continuaron y la CHD realizó un seguimiento para identificar correctamente el foco contaminante. Al menos en la fecha de 10 y 27 de octubre realizó sendas tomas de muestras en compañía de la alcaldesa de Garray, y las mediciones realizadas indican que se rebasaron de modo flagrante los límites legales autorizados. Para algunos parámetros como la DBO5, que es una medida de la cantidad de materia orgánica que hay en el agua vertida, los resultados obtenidos fueron 38 veces superiores a los límites legales autorizados. Por poner un símil, es como si en una zona con un límite de velocidad de 50 Km por hora, se fuese a 1900 km/h.

Como se trataba de una reincidencia, este mes de abril de 2016 la CHD ha resuelto el expediente sancionador: el Ayuntamiento de Garray debe pagar 5170,62 € que son el resultado de sumar 3000 € de multa y 2170,62 € para compensar los daños al Dominio Público Hidráulico.

La sanción se ha impuesto al titular de la instalación, es decir al Ayuntamiento de Garray, aunque la empresa encargada de su gestión y mantenimiento es el SOMACYL. Personal de la CHD ya sugirió en prensa (Heraldo de Soria de 12/11/2015) que estos valores tan elevados de contaminación posiblemente se debieran al hecho de que el colector municipal recibe vertidos procedentes una instalación industrial ubicada en Garray que indebidamente colapsaba la depuradora municipal.

Esta sanción de 5.170,62 € significa que cada vecino de Garray, niños incluidos, van a pagar la significativa cantidad de aproximadamente 10 € de multa por un vertido del que probablemente no sean responsables. Mientras tanto la presunta empresa responsable se va de rositas, contradiciendo así el principio de que “quien contamina paga”, y el objetivo último de las sanciones, que es prevenir y evitar su reiteración.

No hay que olvidar que además del perjuicio económico, la contaminación de los ríos afecta a la calidad de sus aguas, a un espacio protegido como es el Duero, a la fauna piscícola, y por supuesto a los potenciales usos recreativos del río, en especial en el río Tera en Garray, cuyas aguas no reúnen la calidad adecuada para el baño desde hace varias décadas.