La red aprueba en Fuentepelayo su manifiesto fundacional, que expone los motivos para redoblar los esfuerzos en la protección del medio ambiente segoviano.

El 2 de julio de 2016, una veintena de personas pertenecientes a 8 asociaciones activas en el campo de la conservación del medio ambiente en la provincia de Segovia decidieron en Fuentepelayo la creación de una plataforma de trabajo estable para apoyar y reforzar las iniciativas que desarrollan los diferentes grupos, promover la información y la sensibilización sobre cuestiones ambientales en la provincia y realizar iniciativas comunes en estos campos.

En el manifiesto fundacional de la Red, que lleva por título “unir fuerzas para cuidar el medio ambiente”, se argumenta que Segovia posee un patrimonio natural que, en las últimas décadas, viene sufriendo un intenso proceso de degradación. Entre los signos de ese deterioro se destacan los siguientes:
- Los principales acuíferos de la provincia, que sustentan a buena parte de la agricultura segoviana, se encuentran profundamente deteriorados, contaminados por nitratos y arsénico y esquilmados por unas extracciones de agua abusivas.
- Los caminos públicos tradicionales son frecuentemente cerrados y usurpados por propietarios de fincas colindantes.
- Los paisajes rurales sufren un deterioro progresivo provocado por urbanizaciones mal concebidas o mal localizadas, que en ocasiones carecen de unos servicios mínimos.
- Proliferan las extracciones mineras abandonadas sin haber cumplido las mínimas exigencias previstas por la ley en materia de restauración.
- Muchos pueblos sufren malos olores que proceden de explotaciones porcinas mal ubicadas y gestionadas.
- El aire que se respira en buena parte de la provincia muestra altas concentraciones de ozono troposférico, un contaminante secundario que afecta gravemente a la salud, muy especialmente a las personas con dolencias respiratorias o cardiacas.
- La gestión de los residuos se realiza sin los controles y la supervisión necesarios, como demuestra el caso de la planta situada en Fuentepelayo.
- No se aplica el principio de precaución respecto a la contaminación electromagnética y química.
- Los espacios protegidos no cuentan con equipos humanos y recursos materiales suficientes.
- Prosigue el proceso de abandono y despoblación rural, sin que se apliquen políticas efectivas para detenerlo y revertirlo.

Ante este estado de cosas, el manifiesto (conocido como “manifiesto de Fuentepelayo”), concluye que “los poderes públicos no han sido capaces, hasta la fecha, de asegurar la conservación del patrimonio natural de la provincia; un patrimonio que sustenta nuestro bienestar, siendo esencial para asegurar la sostenibilidad de actividades económicas como la agricultura o el turismo”.

En la reunión celebrada en Fuentepelayo se definieron los objetivos de la Red Ambientalista Segoviana (RAS), se identificaron los problemas ambientales considerados más importantes y se definieron las fórmulas para asegurar una organización ágil y flexible.

Entre las primeras decisiones aprobadas por la RAS destacan apoyar a la Plataforma Ciudadana “No + Mierda”, cuyo presidente José Luis Ordóñez deberá acudir al tribunal de Cuéllar el próximo miércoles 6 de julio, al haber sido denunciado por el propietario de la Planta de Tratamiento de Residuos, cuyas irregularidades han sido denunciadas por la Plataforma.

También se decidió apoyar la campaña que Ecologistas en Acción de Segovia realizará a lo largo del presente mes de julio para informar y sensibilizar sobre la contaminación por ozono troposférico, un problema que se agrava en los meses de verano.

El encuentro finalizó con una comida de hermandad entre quienes asistieron a esta cita, organizada por la Plataforma “No + Mierda”.

Manifiesto de Fuentepelayo

Unir fuerzas para cuidar nuestro medio ambiente

Segovia posee un patrimonio natural admirable: las cumbres y los valles de Guadarrama, Somosierra y Ayllón, los sabinares del pie de la Sierra, los pinares, las fresnedas centenarias, los ríos y riberas, los paisajes agrarios tradicionales…

Sin embargo, en las últimas décadas este sobresaliente patrimonio ha sufrido un proceso de degradación que no parece tener fin. Estos son algunos de los signos de este deterioro:
- Los principales acuíferos de la provincia, que sustentan a buena parte de la agricultura segoviana, se encuentran profundamente deteriorados, contaminados por nitratos y arsénico y esquilmados por unas extracciones de agua abusivas.
- Los caminos públicos tradicionales son frecuentemente cerrados y usurpados por propietarios de fincas colindantes.
- Los paisajes rurales sufren un deterioro progresivo provocado por urbanizaciones mal concebidas o mal localizadas, que en ocasiones carecen de unos servicios mínimos.
- Proliferan las extracciones mineras abandonadas sin haber cumplido las mínimas exigencias previstas por la ley en materia de restauración.
- Muchos pueblos sufren malos olores intensos que proceden de explotaciones porcinas mal ubicadas y gestionadas.
- El aire que se respira en buena parte de la provincia muestra altas concentraciones de ozono troposférico, un contaminante secundario que afecta gravemente a la salud, muy especialmente a las personas con dolencias respiratorias o cardiacas.
- La gestión de los residuos se realiza sin los controles y la supervisión necesarios, como se puede apreciar en el caso de la planta situada en Fuentepelayo.
- No se aplica el principio de precaución respecto a la contaminación electromagnética y química. Se desoyen las recomendaciones del Parlamento Europeo y del Consejo de Europa, lo que pone en peligro la vida de plantas, animales y personas y favorece la proliferación de enfermedades ambientales.
- Los espacios protegidos no cuentan con equipos humanos y recursos materiales suficientes.
- Prosigue el proceso de abandono y despoblación rural, sin que se apliquen políticas efectivas para detenerlo y revertirlo.

La lista es mucho más extensa, pero la conclusión es clara: los poderes públicos no han sido capaces, hasta la fecha, de asegurar la conservación del patrimonio natural de la provincia; un patrimonio que sustenta nuestro bienestar, siendo esencial para asegurar la sostenibilidad de actividades económicas como la agricultura o el turismo.

Ante este estado de cosas, las asociaciones abajo firmantes, con trayectorias diversas pero compartiendo una preocupación común, han decidido unir fuerzas para cuidar, mejorar y promover el disfrute sostenible de nuestro patrimonio común.

La Red Ambientalista Segoviana nace con la ambición de fomentar el aprendizaje y la colaboración ciudadana en la conservación del patrimonio natural de la provincia. Desde la Plataforma fomentaremos su uso responsable y trabajaremos para que los poderes públicos cumplan su papel en la defensa del interés común y eviten los abusos injustificables que, a día de hoy, tienen lugar con sorprendente impunidad. Porque el uso y disfrute de nuestros recursos naturales no puede hacerse a costa de su destrucción y sólo el compromiso de tod@s puede darnos un futuro.

Fuentepelayo, 2 de julio de 2016

Asociaciones firmantes:

  • Asociación de Vecinos y Amigos de Ventosilla y Tejadilla
  • Asociación Cega
  • Asociación Ecologista Centaurea
  • Ecologistas en Acción de Segovia
  • El Espadañal
  • Plataforma Ciudadana No más Mierda
  • Red de Semillas de Segovia
  • Terractúa