El 21 de Septiembre es el Día Internacional contra los Monocultivos de Árboles. Ecologistas en Acción de Las Palmas de Gran Canaria nos unimos a esta lucha y seguimos muy atentos/as a la amenaza de las Plantas de Incineración de Biomasa para producir energía que quieren instalarse en las islas. Aunque la empresa Ence S.L. ha informado que desiste en su interés sobre ubicarlas en las islas, el procedimiento administrativo de autorización para Gran Canaria de una planta de 70 MW sigue avanzando.

El proyecto de Planta de generación de energía eléctrica a partir de biomasa del Puerto de Las Palmas de 70 MW necesita para su funcionamiento 560.000 toneladas de astilla anuales, lo que equivale a unas 15.000 hectáreas de plantación, dos veces la superficie del Parque Natural de Tamadaba.

Por otro lado, la producción de biomasa para calor con cultivos de eucaliptos en Gran Canaria, reiteradamente anunciada, competiría con la producción alimentaria al ocupar tierras agrícolas abandonas. Hemos de tener en cuenta que, según el Cabildo de Gran Canaria, en la isla solo se produce un 10% de los alimentos que consumimos, por lo que estamos importando la práctica totalidad de los mismos. Destinar tierras aptas para la alimentación a la plantación de cultivos energéticos, aunque sea de consumo local, solo ahondaría en nuestra dependencia del exterior y aletargaría el camino hacia la soberanía alimentaria.

Según datos del Gobierno de Canarias, en 2009 se produjo un importante descenso de la superficie agrícola cultivada en el archipiélago, pasando de 24,85 hectáreas por cada mil habitantes en 2008 a 19,75 en 2009. En el caso de Gran Canaria, según la misma fuente, solo el 5,85 % de la superficie cultivable de la Isla está destinada a la actividad agrícola: 30.000 hectáreas de las que solamente 9.000 están cultivadas. Por ello desde la Ecologistas en Acción de Las Palmas consideramos que esas tierras son un recurso estratégico y esencial para garantizar en un futuro nuestra soberanía alimentaria, evitando cualquier destino de las mimas separadas de dicho uso. No podemos dejar, tal y como ha sucedido en otros territorios del estado Español que la producción de energía a partir de biomasa se convierta en un problema al destinar suelos agrícolas a la plantación intensiva de eucaliptos.

Cada vez son mayores los incentivos y primas que desde la UE se ofrecen a la biomasa, esto va en detrimento de energías realmente renovables, limpias, ecológicas y que nos hace verdaderamente independientes a nivel energético, por las que apostamos desde Ecologistas en Acción como son la eólica, solar, mareomotriz y geotérmica. En canarias, nos sobra Energía.

Con la campaña #PlantanParaQuemar queremos dar a conocer la problemática que se oculta tras estos monocultivos en todas las fases del proceso de transformación energética. En España ya han sido varias las comunidades que se han levantado en contra de varios de estos proyectos: Aragón, Galicia, Euskal Herria, Canarias…

Por otro lado, queremos recordar en este día que los monocultivos de árboles no son bosques. Las plantaciones de árboles destinadas a la producción de agrocombustibles o a la producción energética, a diferencia de un bosque, están formadas por una sola especie vegetal, en la cual difícilmente se instalan animales y a la que afectan gran cantidad de plagas y enfermedades, por lo que necesitan, grandes cantidades de fertilizantes y fitosanitarios.

Las plantaciones energéticas, además, generan otros impactos muy negativos sobre las comunidades y la economía en las áreas donde se implantan: daño a los ecosistemas por la deforestación y la contaminación, conflictos por la tierra, ocupación de tierras necesarias para la supervivencia de la comunidades tradicionales y la consiguiente pérdida de la soberanía alimentaria, etc.

Tampoco queremos olvidar la historia de deforestación de la isla. A principios del siglo XX solo quedaba un 1% de las 18.000 hectáreas de superficie original de laurisilva y un 38’5% de pinar.

En el Día Internacional contra los Monocultivos de Árboles conviene hacer una reflexión sobre que la salida a la actual crisis climática no puede hacerse en base a la quema de los recursos de nuestros bosques y campos, ya sea en forma sólida o líquida. Es una falsa solución que nos aleja de frenar el cambio climático, pero que además supone una presión insostenible para los ecosistemas, acapara los terrenos alimentarios para usos energéticos e incrementa la presión sobre recursos como el agua. Por ello es necesario anteponer un modelo que ante la concentración de la producción, desarrolle una descentralización del uso de los recursos, priorizando los usos materiales de la materia orgánica frente a su valorización energética, y además detenga la industrialización de los bosques y los sistemas agrarios mediante el desarrollo de un manejo basado en la agroecología y en la conservación de los ecosistemas.

En Canarias, faltan bosques y sobra energía.

¡No plantemos árboles para quemar!