Esta semana se ha clausurado el taller salinero que ha venido desarrollando Ecologistas en Acción en la Salina de San José, con la recogida de la sal producida.

Con este taller se ha conseguido poner en funcionamiento esta salina, ubicada junto al casco urbano de El Puerto, dentro el Parque Natural Bahía de Cádiz, y recientemente restaurada por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio (CMAOT). Esta es la primera experiencia en Andalucía de puesta en marcha de una salina artesanal en base al trabajo de voluntarios y voluntarias de una ONG.

Durante todo el verano los voluntarios y voluntarias han estado realizando los trabajos propios de la actividad salinera: toma de mareas, es decir, llenando el estero mediante la apertura de las compuertas que comunican con el estuario del río Guadalete, trasvase de agua a las cabeceras y a los tajos, y esperar a que la evaporación del agua haga cristaliza la sal marina.

Al final se ha conseguido una significativa cosecha de sal, a pesar de las serias deficiencias detectadas en el diseño y restauración de la salina, ya que se ha omitido el sistema de “vueltas” por las que debe circular el agua desde los esteros a los tajos para que vaya calentándose y aumentando su salinidad, lo que ha dificultado la cristalización de la sal. Ecologistas en Acción ya ha solicitado a la CMAOT que proceda a reparar estas deficiencias para poder tener el año que viene una salina plenamente funcional.

La sal recolectada ha sido distribuida entre los voluntarios y voluntarias que han trabajado durante este verano de forma desinteresada.

Este taller ha contado con la colaboración desinteresada de técnicos de la consultora medioambiental Marisma 21 y de la Asociación Medioambiental Toniza.

Ecologistas en Acción ha solicitado a la CMAOT la pronta convocatoria del concurso público para la gestión de esta salina, para que las ONGs interesadas, y Ecologistas en Acción lo está, puedan presentar sus proyectos para mantener el funcionamiento de la salina, complementada con actividades de restauración ecológica y de divulgación de los valores naturales y culturales de estos espacios salineros y marismeños. Hay que destacar que si no llega a ser por el trabajo de los voluntarios, la salina estaría actualmente abandonada y seriamente deteriorada.