• Bajo el lema «Las personas y el planeta por encima de las multinacionales. No a la pobreza. No a la desigualdad. No al TTIP. No al CETA», los y las manifestantes han denunciado un sistema que protege a las multinacionales, a los mercados y al capital mientras empobrece a las personas, recorta sus derechos y degrada profundamente el planeta que habitamos.
  • Una cadena enorme ha recorrido la manifestación como símbolo de unas políticas que nos encadenan a la desigualdad, la pobreza y la degradación medioambiental. Al final de la movilización se han roto para demostrar que, si continuamos la lucha, conseguiremos romper la tendencia.
  • Esta masiva manifestación ha sido convocada por las más de 1.300 organizaciones que componen la Alianza Española contra la Pobreza y la Campaña No al TTIP con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza (17 de octubre) y de la semana de lucha contra los tratados de libre comercio CETA, TTIP y TISA dentro de la iniciativa Otoño en Resistencia.
  • El 1% de la población del planeta posee tanto como el 99% restante y es precisamente esa pequeña élite la que está presionando para que se firmen en todo el mundo tratados como el TTIP y el CETA.
  • Mientras tanto, 800 millones de personas sufren hambre y unos 65 millones se han visto obligadas a dejar sus hogares en la mayor crisis de refugiados tras la II Guerra Mundial.
  • España no es ajena a estos datos: 3,5 millones de personas sufren pobreza extrema, según los datos del último informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN).

Más de 20.000 de personas han recorrido el centro de Madrid con el lema “Las personas y el planeta por encima de las multinacionales”. La manifestación ha coincidido con el inicio de la semana mundial de movilizaciones contra la pobreza y la desigualdad y con el final de la semana de lucha contra los tratados comerciales TTIP y CETA, negociados por la Unión Europea con Estados Unidos y Canadá respectivamente.

Las movilizaciones han sido convocadas por la campaña No al TTIP, en la que participa Ecologistas en Acción, y la Alianza Española contra la Pobreza, que han confluido precisamente para denunciar cómo las políticas internacionales y estos nuevos acuerdos comerciales continúan aumentando la brecha entre la población rica y la población pobre. Los convocantes han puesto de relieve esta enorme brecha y han denunciado cómo la acumulación de riqueza en muy pocas manos se produce a costa de los derechos de la mayoría de las personas y de la degradación del planeta.

Mientras se protege al capital y a las élites del planeta, las políticas sociales continúan debilitándose: educación, sanidad, medio ambiente, cooperación, igualdad o dependencia han sufrido enormes recortes cuyas consecuencias afectan directamente a la dignidad de las personas y a sus derechos.

Madrid no ha sido la única ciudad en movilizarse, contra la pobreza y los tratados. Al menos, otras 50 ciudades españolas han participado en las movilizaciones del llamado ‘Otoño en Resistencia‘ contra los acuerdos comerciales TTIP y CETA, que este año ha querido poner el acento en este último tratado entre la UE y Canadá. El proceso de ratificación del CETA está en su etapa final y de ser aprobado en el Parlamento Europeo podría entrar en vigor provisionalmente antes de pasar por los parlamentos nacionales de los Estados miembros de la UE en lo que supondría un atentado contra la democracia. Otras tantas ciudades se suman a la semana contra la pobreza en la que se denunciarán las políticas nacionales e internacionales que empobrecen a las personas, incrementan las desigualdades y degradan el medioambiente.

“Las movilizaciones han sido un éxito a nivel global porque cada vez somos más personas quienes queremos otro modelo de sociedad”, manifestaban los convocantes, que recordaban que ambas plataformas representan a más de 1.300 colectivos entre los que se encuentran sindicatos, ONG, partidos políticos, cooperativas o asociaciones diversas. «Las oligarquías financieras, el gran capital, tienen atado de pies y manos al 99% de la población mundial. La manifestación de hoy es una muestra de que la sociedad civil, organizada y movilizada, es capaz de romper esas cadenas”, concluían.