En Garray han existido vertidos contaminantes, muchos de ellos ilegales, desde hace décadas, como así lo atestigua que Asden-Ecologistas en Acción diera un premio Contaminación a esta localidad en el año 2001, o que así lo haya reconocido incluso Juan Manuel Izquierdo, actual concejal y anteriormente Alcalde, en un escrito de opinión, que tuvo a bien publicar el Ayuntamiento de Garray en su web oficial hace unos meses.

La denuncia y sanción de muchos de estos vertidos en los últimos años hacía suponer que habían tenido una acción preventiva y aleccionadora. La realidad es que Asden-Ecologistas en Acción de Soria ha descubierto que aguas arriba de la presa, de la zona de baño de Garray y de la toma de agua de la nueva potabilizadora de Garray, había una punto de vertido totalmente irregular, y presuntamente ilegal en tanto que tenía forma de arqueta, contradiciendo las condiciones que impone la Confederación Hidrográfica del Duero.

Por esta “arqueta” de la margen derecha hemos visto y olido diversos tipos de vertidos, con mayor carga o menor contaminante orgánica y olor a podrido. Lo más sorpréndete y frecuente era el vertido de un agua transparente y aparentemente pura, pero que en realidad tenía un elevado PH, es decir alcalina, y con gran concentración de sales. Características estas últimas que sin ser graves para la calidad del río, suponen una alteración, sobre todo si consideramos que el vertido ha sido continuo durante el verano, y con escaso caudal natural del río. Además hay que considerar el hecho de la zona de baño frecuentemente utilizada por personas ajenas al pueblo, ya que los vecinos de Garray evitan bañarse, precisamente porque saben de la mala calidad del agua.

Estos hechos fueron puestos en conocimiento de los agentes medioambientales, y posteriormente de la propia Junta de CyL y de la Confederación Hidrográfica del Duero, con el objeto de que investigasen el origen, autor y características del vertido, para que en su caso abriesen el correspondiente expediente sancionador, tanto por el vertido como por el presunto incumplimiento de las licencias o autorizaciones ambientales que estaban dando origen al vertido.

La existencia de este punto de vertido es una muestra de que en los ríos sorianos existen todavía vertidos incontrolados e ilegales, que permanecen ocultos a la Confederación Hidrográfica, precisamente por su escaso rigor en la vigilancia y por su laxitud en la sanción de los mismos.