Colectivos ecologistas y sociales se reúnen para limpiar el mercadillo de El Alquián y juntan más de un centenar de sacos.

En torno a 80 voluntarias y voluntarios se dieron cita el pasado, para tratar de poner coto a la situación de “extrema necesidad” que sufren las inmediaciones del mercadillo que todos los domingos se desarrolla a las afueras de la barriada almeriense de El Alquián. Se acopiaron a lo largo de 3 tres horas en torno a 110 enormes sacos llenos de plásticos y latas y que podían sumar más de una tonelada de residuos pero que a ojos de los participantes no ha representado ni el 5% de lo que allí se encontraba.

La limpieza, en la que han participado personas de todas las edades y de varias nacionalidades ha ido acompañada de conversaciones con los clientes y comerciantes del mercadillo con el objetivo de concienciar sobre la necesidad de controlar los residuos plásticos. Se han grabado entrevistas con comerciantes y participantes en la limpieza y se han extraído algunas reivindicaciones. Entre los comerciantes, la que más se repite es que son necesarios más contenedores entre los puestos. También varias personas pidieron que el mercadillo fuera cambiado de ubicación a una más recogida y con menos viento.

Para las asociaciones convocantes el Ayuntamiento debería ejercer un mayor control sobre el funcionamiento del mercadillo. Según su opinión, el entorno del mercadillo necesita una limpieza radical con maquinaria pues en la rambla que pasa por debajo del mercadillo hay toneladas de plásticos que se descomponen al sol o quedan enterrados. Arbustos protegidos como el Arto (Maytenus senegalensis) se encuentran jalonados por bolsas que se deshacen al tacto. Las lluvias de este otoño-invierno han enterrado y removido hacia el mar la acumulación de años y años de residuos de todo tipo.

Para los organizadores de la limpieza, el Ayuntamiento, autoridad competente al ser quien autoriza la actividad, ha de llevar a cabo esta limpieza profunda de la zona, dedicando medios humanos y materiales y, a partir de ahí, mantener un control más riguroso del lugar. Mayor vigilancia y multas a los infractores podrían ayudar a mejorar la situación del mismo modo que responsabilizar a los comerciantes de los residuos que dejen sus clientes, como es el caso de los establecimientos de comida que dejan el lugar lleno de restos de vasos, platos, latas y cucharas que “ellos no han tirado, sino la gente que es muy guarra” en palabras de uno de ellos.

Por último CleanOceanProject, Ecologistas en Acción y Salvemos las Pitas, quieren recordar a la Diputación de Almería y a la Junta de Andalucía su parte de responsabilidad en este asunto, en el primer caso, con la limpieza de cunetas de toda la provincia, una de las más sucias de España, y en el segundo exigiendo el respeto al Medio Ambiente por parte de ciudadanos y administraciones locales y actuando de forma subsidiaria en las zonas de dominio público como las ramblas y las playas.

Limpieza en el mercadillo de El Alquián