Ecologistas en Acción ha solicitado que el Plan Director de la Dehesa de Andalucía incluya la figura de dehesa en peligro dada la situación dramática por la que atraviesa este ecosistema.

La situación de buena parte de las dehesas andaluzas es crítica. Así se reconoce en el Plan Director que ha elaborado la Consejería de Medio Ambiente. Sin embargo, las propuestas incluidas en el Plan para salir de esta situación son insuficientes a criterio de esta organización.

Desde Ecologistas en Acción de Andalucía entendemos que no basta con políticas de fomento de buenas prácticas, es también imprescindible asumir la responsabilidad que tiene la administración ambiental de garantizar la conservación de este ecosistema de gran valor socioambiental, y no puede eludir dicha responsabilidad dejándola a merced de la buena voluntad de los propietarios, como se pretende con el desarrollo del Plan. Es necesario ir más allá e intervenir de manera decidida para que la aplicación de este Plan Director sea un punto de inflexión en el proceso de deterioro de las dehesas andaluzas.

La situación es grave, las dehesas vienen sufriendo un proceso de deterioro por diversos factores derivados de cambios de uso, intensificación de éstos, malas prácticas y abandono de otras, que están llevando al colapso a buena parte de las dehesas andaluzas. Se estima la pérdida de más de 2 millones de árboles en los últimos 10 años.

Ahora bien, ni el deterioro progresivo de las dehesas al que venimos asistiendo, ni su falta de rentabilidad puede ser argumento para que se permita su paulatina transformación en cultivos agrícolas o forestales, como está ocurriendo con la complacencia de la administración ambiental en muchos casos.

Las transformaciones sólo agravan el problema, amplificando el deterioro ambiental, especialmente por la pérdida masiva de suelos que son en general de escasa potencia y que han encontrado en el uso como dehesa su máximo potencial productivo con criterios de sostenibilidad, no soportando mayores intensificaciones de uso sin caer en procesos de erosión y desertificación.

En las alegaciones realizadas por Ecologistas en Acción al Plan Director, se solicita que el inventario de dehesas que se propone en el documento incluya la creación de una categoría de dehesa en peligro donde se incluyan aquellas dehesas que tengan comprometida su sustentabilidad en función de los parámetros de conservación:

- afecciones por decaimiento y defoliación, en su mayoría debidas a malas prácticas que han derivado en una debilidad vegetativa y que cierne en círculo vicioso sobre el arbolado,

- procesos erosivos y de compactación del suelo por sobrepastoreo o pérdida de arbolado,

- manejo incompatible con la conservación de la biodiversidad por la eliminación de especies clave en mantenimiento del equilibrio biológico preciso para el buen funcionamiento de este ecosistema.

Además se incluirían como dehesas en peligro todas aquellas que presentan una cobertura arbórea inferior al 15%.

La dehesas calificadas como en peligro estarán obligadas a presentar el Plan de Gestión Integral que dejará de ser optativo y que tendrá un seguimiento específico para garantizar que su aplicación deriva en la descatalogación de la dehesa cómo en peligro en 20 años.

Sólo actuaciones contundentes como las solicitadas pueden garantizar la recuperación de las dehesas en peligro de desaparición dado el patrimonio natural que representan y, llegado el caso, se debería recurrir a la aplicación del mandato constitucional de la función socioambiental de la propiedad para revertir al patrimonio público estas dehesas deterioradas que las actuaciones privadas no son capaces de recuperar.

La administración ambiental no puede ser cómplice directo ni indirecto de intereses cortoplacistas que aprovechan el deterioro o la falta de rentabilidad para continuar con la pérdida definitiva de territorios de dehesa, un ecosistema productivo que lleva demostrando durante siglos su viabilidad socioambiental.