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Declaración de Roma

Una alianza de organizaciones ecologistas han adoptado una declaración para designar en el mar Mediterráneo un Área de Control de Emisiones (ECA, por sus siglas en inglés) con la que limitar la contaminación generada por los buques. Esta alianza se fundó en el año 2016 y agrupa principalmente a entidades de la región Mediterránea como Cittadini per l’Aria (Italia), France Nature Environnement (Francia), Ecologistas en Acción (España), BirdLife (Malta) y Hellenic Ornithological Society (Grecia), pero también a organizaciones como la federación europea Transport & Environment y NABU (Alemania). La declaración ha sido el resultado de una conferencia internacional sobre Transporte Marítimo en el Mediterráneo celebrada el 28 de marzo en Roma, motivo por el cual se la ha llamado ‘Declaración de Roma’.

Esta iniciativa llega en un momento oportuno. Francia asumió un intento decidido para impulsar una ECA Mediterránea en la reunión del grupo de trabajo del Consejo de Europa celebrada a principios de marzo. La idea es que este paso implique la creación de áreas de control de emisiones tanto de azufre (SECA) cómo de óxidos de nitrógeno (NECA), pero también que aborde explícitamente las emisiones de partículas y carbono negro.

Según el Presidente Ejecutivo de NABU, Leif Miller: «La designación de una ECA en el mar Mediterráneo es un paso importante y largamente esperado para reducir significativamente la contaminación ambiental generada por los buques en la región. Es inaceptable que, en el sur de Europa, las personas y el medio ambiente sigan sufriendo por las emisiones de gases de combustión del sector marítimo mientras que en el mar Báltico, en el mar del Norte y en el Canal de la Mancha existen normas más estrictas desde hace años». Miller afirmó que ecologistas y movimientos sociales de las ciudades portuarias de diversos países del Mediterráneo han celebrado la última iniciativa del Gobierno francés instando a sus propios gobiernos a que asuman su responsabilidad y apoyen esta medida.

Por su parte, Daniel Rieger, portavoz de la alianza y responsable de políticas de transporte, declaró: «No podemos aceptar ninguna excusa que siga postergando una regulación más estricta de las emisiones de los buques en el sur de Europa, ya que las rutas de navegación más importantes desde Asia hasta Europa atraviesan el Mediterráneo y se espera que el tráfico marítimo aumente hasta un 250 % en el año 2050. Por otro lado, nos enfrentamos al hecho de que la región posee algunos de los destinos para cruceros más populares de Europa, con un crecimiento constante de las escalas y de los problemas de contaminación del aire que esto comporta a escala local. Además, la intensa radiación solar, especialmente durante el verano, reacciona con estos contaminantes atmosféricos, generando smog y ozono troposférico, ambos nocivos para la salud».

La creación de una ECA Mediterránea restablecería un marco de igualdad en el mercado único europeo, donde los operadores de barcos y puertos del sur tengan que hacer frente a los mismos requisitos reglamentarios que en el norte. Esto también alentaría la adopción de tecnologías de baja emisión y la transferencia de los conocimientos necesarios dentro de la Unión Europea, lo cual mejoraría el liderazgo en tecnología y la creación de puestos de trabajo en el sector marítimo.