La Autoridad Portuaria de Melilla declaró en rueda de prensa hace unos días que el proyecto de ampliación del puerto de Melilla traería beneficios tanto económicos como ambientales para la ciudad, y pedía el apoyo de las entidades ecologistas al proyecto. En el presente comunicado volvemos a explicar las razones de nuestra oposición al proyecto, tanto ambientales como económicas.

La Patella ferruginea está en peligro de extinción en Andalucía debido a la construcción de infraestructuras portuarias, su uso como cebo de pesca y el coleccionismo de conchas, ya que es la lapa más grande que existe. En algunas decenas de metros cuadrados de costa melillenses hay tantas Patellas como en toda Andalucía.

En Melilla la Patella no estaba en peligro de extinción, hay más de 30.000, hasta que comenzaron a construirse las infraestructuras portuarias y litorales.

En la construcción de la desalinizadora se ha perdido un número indeterminado de centenares, pero en la punta de Rostrogordo, por causas aún no determinadas, hay aproximadamente la mitad de lo que había en los censos de 2006.

En la construcción del paseo marítimo de Horcas se han perdido casi mil más. La colonización de la nueva escollera es lenta, tras varios años no hay ni la mitad de lo que había, y aún asíesta colonización depende de que se respete la alta concentración de la escollera exterior del puerto, que nutre de larvas a la costa melillense.

Y ahora viene el proyecto de ampliación del puerto. Ni recordamos los años que han pasado desde las primeras alegaciones de Guelaya-Ecologistas en Acción a los proyectos presentados para su evaluación ambiental sobre ampliación del puerto.

No han podido hacer un proyecto viable ambientalmente nunca. El anterior reconocía la pérdida de entre 5000 y 9000 patellas.

Los intentos de trasloque de lapas realizados en el puerto de las islas Chafarinas, para poder decir que se compensarían las pérdidas previstas en la ampliación, han resultado un absoluto fracaso, la mayoría de las patellas traslocadas se han perdido.

Para cualquier persona sensata, decir que el proyecto de ampliación del puerto es para salvar a la lapa es tomarnos por tontos a los melillenses.

Ahora, como consecuencia de las alegaciones de Guelaya-Ecologistas en Acción, que se basan en datos científicos reconocidos por la Estrategia de Conservación de la Patella, han intentando un nuevo proyecto, que todavía no ha salido a información pública, y que no ha sido evaluado ambientalmente.

Cuando veamos el nuevo proyecto, haremos nuestras alegaciones.

El problema de la ampliación del puerto no es solo ambiental, es también económico, una losa enorme para las arcas públicas.

La justificación económica para invertir una millonada de dinero público, en tiempos de crisis económica, nacional y global en una obra como la ampliación del puerto ha ido cambiando en los muchos años que este proyecto lleva encima de la mesa.

Tras perder algunos millones de euros en publicidad para atraer inversores privados, no ha venido ninguno. La ampliación no se sostiene económicamente en base al almacenaje de contenedores que solo serían para la ciudad de Melilla, porque los que vayan a Marruecos entrarán por el puerto de Nador West, que con una fuerte inversión europea, ya ha comenzado a construirse en la playa de Sammar, al otro lado del cabo Tres Forcas.

La construcción del puerto creará 200 puestos de trabajo. ¿y terminar el hospital o crear colegios o institutos cuántos? ¿Por qué no se han hecho?

El motivo de la ampliación ahora es sacar instalaciones de la ciudad y ganarle terreno al mar. ¿Cuánto cuesta llevarse ENDESA a la ampliación?; ¿y la incineradora y los depósitos de combustible? Vayan contando, no importa quién lo pague. Sostenibilidad económica es independiente de eso. Si lo pone una empresa privada, nos lo cobrará después a los melillenses con sus servicios.

No tenemos plan de urbanismo aprobado, pero sí sabemos que el crecimiento urbanístico de la próxima década va a ser hacia adentro, urbanizando cuarteles. No tiene justificación económica invertir en ganarle terreno al mar en este momento. Es la forma más cara de tener terreno, y se necesita el dinero para otras cosas, como la equidad social.

Ecologistas en Acción defiende que no hay justicia ambiental sin justicia social, y desde el principio hemos dejado claro que las razones de nuestra oposición al proyecto de ampliación eran también económicas; entendemos este proyecto reincide en aplicar la misma política insostenible del ladrillo y el hormigón que ha dejado en España autopistas sin coches, aeropuertos sin aviones, y puertos sin contenedores.

Y por motivos económicos, Guelaya-Ecologistas en Acción también alegará en contra el proyecto de ampliación del puerto.