El primer domingo de mayo se celebra el Día de la madre, un día de obligado consumo en la estrategia comercial que se refleja en el aumento de ventas de moda, complementos y perfumes. Con los años se ha instaurado como principio que felicitar a una madre pasa por comprarle un regalo. Ecologistas en Acción considera este evento una muestra importante de la creciente mercantilización de nuestras relaciones y denuncia que el modelo de sobreproducción y sobreconsumo que fomentan estas fechas comerciales llevan asociados graves deterioros sociales y ambientales.

La cultura que hace unos años todavía mantenían las madres homenajeadas destacaba por una serie de valores sociales muy alejados del despilfarro actual. Eran ellas las que antes de cada compra reflexionaban sobre la necesidad de consumir, las que priorizaban el reciclaje y la reutilización y las que, en definitiva, dotaban de mayor valor a los productos que más duran, frente al insostenible modelo de los productos de usar y tirar.

Paradójicamente, estos valores se asocian ahora a una sociedad atrasada y se insiste a través de la publicidad en los beneficios individuales que nos reporta un modelo de consumo que fomenta constantemente el gasto por encima de las posibilidades del consumidor.

Ecologistas en Acción considera que deberíamos recuperar una forma socialmente comprometida y no mercantilizada de celebración de este Día de la madre, valores que en realidad aseguran un modelo social y ambiental sostenible.